Guillermo Muñoz Vera es un artista de reconocida trayectoria nacional e internacional, formado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Hizo su primera exposición en la sala del Ministerio de Educación, ubicado en Almirante Montt 4584 en ese entonces, un tiempo antes de emprender viaje al viejo continente. Una vez en España continuó su formación como pintor, especialmente impactado por los artistas del siglo de oro español que conoció en sus múltiples visitas al museo del Prado.

El realismo de Velázquez fue lo que más llamó su atención. Así, la obra plástica de Muñoz Vera apunta precisamente en esta dirección y es diametralmente opuesta a la del artista Claudio Bravo, de un tinte más fotográfico. Además, él ha hecho su aporte a la difusión del quehacer del realismo en la pintura, al crear una academia dirigida por él en Chinchón, cerca de Madrid, donde se han formado varios artistas.

Sus temáticas abordan el género del retrato, las naturalezas muertas y el paisaje, como lo podemos apreciar en la exposición de las bien logradas pinturas de paisajes de las zonas norte, centro y sur de Chile, “Chile Hoy”, que está en el metro La Moneda desde 2005. En la exposición que inauguró en la Galería Isabel Aninat, Muñoz Vera nos sorprende con una temática nueva y que tiene que ver con los sucesos históricos del descubrimiento de América y la exploración posterior del continente. “Terra Australis Incognita” o “Tierras australes desconocidas” es la interpretación pictórica y artística de Muñoz Vera sobre estos sucesos.

La muestra consta de una serie de óleos encolados en madera que recorren distintos episodios de este trascendental hecho, que marcó la historia y que convirtió a España en uno de los imperios más grandes y poderosos del mundo. De esta manera, Muñoz Vera nos hace viajar en el tiempo a través de su obra; nos sumerge en la fuerza de los vientos y el mar, en paisajes lejanos y desconocidos para los europeos de esas épocas, en paisajes donde surgen galeones envueltos en atmósferas grisáceas. Nos lleva a los rincones australes, presentándolos de una manera misteriosa y enigmática, tal como lo apreciamos en obras de gran factura como “Canales Patagónicos”, “Poblado Yanomami” y “los anillos de Saturno”. En ellos insinúa, a través del paisaje exterior, este nuevo mundo salvaje y virgen a la vez.

Se trata de obras que impactan con la técnica y oficio del pintor realista. Gozan de un excelente dibujo y uso de luz y sombra, y una pintura realizada en base a manchas, a toques de pinceladas sueltas y con aguadas de trazos espontáneos. Queda demostrado, entonces, que su realismo velazqueño lo hace un pintor original y único en esta corriente del arte en la pintura.