Contexto histórico-cultural
Situada en lo alto del pueblo, la fachada principal de esta vieja casona se alza a lo largo de la calle de las Canteras que discurre tras la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, el Teatro Lope de Vega y la Torre del Reloj. Su vecindad con estos antiguos edificios evidencia que el solar que ocupa esta casa estuvo edificado al menos desde el siglo XV. El conjunto arquitectónico comparte una explanada que sirve de mirador natural desde donde se puede contemplar una vasta panorámica de la meseta castellana y los tejados de las casas del pueblo con sus monumentos históricos más importantes arremolinándose en torno a su Plaza Mayor: el Castillo de los Condes, La Casa de la Cadena, el Convento de las Clarisas o el Convento de los Frailes Agustinos, hoy convertido en Parador Nacional.

La singular tipología de la arquitectura de este pueblo es la consecuencia de reiteradas reconstrucciones que se solapan en el tiempo debido a los numerosos conflictos civiles que han asolado estas comarcas en distintos períodos de la historia. La Iglesia de la Asunción que hoy podemos contemplar, por ejemplo, cuyos primeros muros datan de 1534, es el resultado de las severas modificaciones estructurales y estilísticas que ha sufrido desde el siglo XVI. Fue planificada inicialmente como una capilla adosada al desaparecido Palacio de los Condes de Chinchón que a su vez compartía vecindario con la Iglesia Nuestra Señora de Gracia, también desaparecida. Ambas edificaciones, con toda seguridad, debieron ser en su día las verdaderas protagonista de esta explanada.

En sus orígenes, el Palacio de los Condes fue la residencia de los Marqueses de Moya, don Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla cuando en 1480 les fue concedido por los Reyes Católicos el Señorío de Chinchón. A pesar de haber sobrevivido a la Guerra de los Comuneros [1520-1522] desatada tras la llegada a la Península Ibérica del Emperador Carlos V, el antiguo palacio condal fue destruído completamente dos siglos más tarde en el trascurso la Guerra de Sucesión [1700-1714]. Este conflicto, que enfrentó a los partidarios del Archiduque Carlos de Austria y Felipe de Borbón en su disputa por la corona de España, acabó con la implantación monarquía borbónica que reina hasta nuestros días. Sobre las ruinas del Palacio de los Condes fue edificado en 1891 el Teatro Lope de Vega. Se cuenta que un joven Lope escribió, durante una estancia en dicho palacio, su obra "El Blasón de los Chaves de Villalba" como así lo atestigua el manuscrito autógrafo de esta comedia fechada en Chinchón, a 20 de agosto de 1599.

Siglos XVIII y XIX
A los estragos de la Guerra de Sucesión se sumaron un siglo más tarde las dramáticas consecuencias de la llamada Guerra de la Independencia. Con la llegada del siglo XIX, la España católica y monárquica tuvo que hacer frente a la invasión napoleónica y a las ideas republicanas y anticlericales del país vecino. En 1810 los franceses arrasaron gran parte de la ciudad y muchos edificios importantes fueron pasto de las llamas. De la antigua Iglesia Nuestra Señora de Gracia no sobrevivió más que uno de sus campanarios. La solitaria Torre del Reloj que hoy vemos es una reconstrucción que recuerda su emplazamiento original.

El Palacio Real de Aranjuez, a sólo 20 kilómetros de Chinchón, aglutinaba a muchas de las familias más poderosas del siglo XVIII español que mantenían estrechos y fructíferos vínculos con los miembros de la corte borbónica. Francisco de Goya, siendo pintor de la corte durante el reinado de Carlos IV y su hijo Fernando VII pasó gran parte de su vida en esta localidad. Conocidos son los vínculos del pintor con los Condes de Chinchón, Godoy, Moratín y muchos de los intelectuales progresistas más relevantes de la historia de la España Ilustrada que acabaron sus días muertos o desterrados en Francia. Son episodios trágicos sucedidos en estas tierras de las que Francisco de Goya fue testigo de excepción y nos legó un amplio arsenal de recursos historiográficos en forma de pinturas, grabados y dibujos. La presencia de Goya en Chinchón, verdadero corresponsal de guerra de estos sucesos, merece un capítulo aparte y toda nuestra atención.

Menos conocido es, tal vez, el vínculo de Goya con esta ciudad debido a su hermano, Camilo Goya, quien fuese capellán de Chinchón, durante muchos años, por mediación del Infante D. Luís de Borbón y Farnesio . Es la razón por la cual el pintor le regala a Camilo una Virgen de la Asunción, una pintura de gran formato que aún sigue colgada en el altar de la Iglesia del mismo nombre desde hace más de 200 años.

Algunos de los documentales para televisión que hace unos años se realizaron en conmemoración del bicentanario de la Guerra de la Independencia, utilizaron las calles de este pueblo como plató natural para ambientar sus rodajes en exteriores. A pesar de que los hechos relatados ocurrieron en la vecina ciudad de Aranjuez, esta Academia fue unos de los escenarios escogidos para rememorar el Motín de Aranjuez. En las imagenes superiores se ve un momento del rodaje: la noche del 19 de marzo de 1808 el “populacho” garrote en mano va en busca de Manuel Godoy soprendiendo a los soldados franceses que custodian la entrada de su palacete en Aranjuez representado por fachada del Edificio Montermoso.

Siglo XX
La casa de la familia Monterroso
La Guerra Civil Española [1936-1939] volvió a dejar en la ciudad su fatídico rastro de destrucción y muerte. Las pocas noticias que se tienen de esta casa y sus antiguos residentes datan de mediados del siglo XX. Fragmentos de la historia permamencen grabados en sus propios muros en forma de paneles de azulejos pintados a mano con textos conmemorativos que nos informan de dos efemérides distintas:

El panel cerámico más importante, situado en las altas paredes del rellano de la escalera que sube al primer piso, nos tralada al año 1937, en plena Guerra Civil. Dos inquietantes bombas [aparentemente reales] adosadas al muro, acompañan una carta manuscrita de Francisco Largo Caballero, presidente del legítimo gobierno constitucional tras el golpe de estado encabezado por el dictador Francisco Franco. Fechada en noviembre de 1937, le agradece a la anfitriona de esta casa, la Sra. Victorina Recas Martillá de Monterroso, la hospitalidad prestada durante su breve estancia en Chinchón, camino de Valencia, donde se hubo de trasladar provisionalmente el gobierno republicano:

El día 6 de febrero de 1937, se escribía esta página de la historia:
“Al residir temporalmente el Excmo. Sr. Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra, D. Francisco Largo Caballero, en esta hermosa mansión, cedida gentilmente a tal fin por los señores de Monterroso; con motivo de la Guerra Civil y por encontrarse la citada personalidad aquí, fue bombardeada destruyendo sus techumbres y quebrantando las paredes y cimientos.”

Al ser reconstruido el edifico por la Mutua de Seguros CENCOVI fueron encontradas entre los escombros estas dos bombas, cuya exposición quiere testimoniar respeto al recinto, embellecimiento al lugar y recuerdo al momento histórico.

Valencia, 15 de noviembre de 1937
Sra. Doña Victorina Recas Martillá de Monterroso

Muy señora mía.
Una vez de regreso en Valencia, residencia oficial del Gobierno, me apresuro a expresar a usted mi más profundo agradecimiento por las atenciones que para mi y las personas que me han acompañado durante mi permanencia en Chinchón ha tenido usted.
Si las circunstancias me deparan un nuevo viaje a esa, tenga la seguridad de que haría nuevo uso de su gentileza, aceptando el hospedaje que, al partir de su casa, me ofreció de manera incondicional para ocasiones venideras.
Quedo de usted con toda consideración afmo.s.s.
Francisco Largo Caballero

Años 80
Para la década de 1980 lo poco que iba quedando de la antigua casa palaciega desapareció definitivamente con la reforma integral que practicó el Sr. Jesús Paris Prado al frente de la empresa promotora, una compañía de seguros llamada CENCOVI. En sus más de 3.000 metros cuadrados de superficie todo había sido concebido como un lugar de eventos sociales y gastronómicos.

En el hall de entrada, hay un segundo panel de azulejos pintados a mano que rememora la inauguración en 1983 del que se bautizó como Centro de Cultura Montehermoso.

En el se lee:

"EL EXCMO. SR. D. JOAQUÍN RUIZ GIMENEZ CORTÉS, PREMIO DE LA PAZ DE LAS NACIONES UNIDAS, INAUGURÓ ESTE CENTRO DE CULTURA MONTEHERMOSO PROMOCIONADO POR D. JESÚS PARÍS PRADO EL DÍA 27-XI-MCMLXXXIII PARA MAYOR GLORIA Y GRANDEZA DE LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE CHINCHÓN"

Centro de cultura o gran restaurante, el edificio Montehermoso enmudeció de pronto pocos meses después de haber sido inaugurado. Aunque sus interiores nunca fueron abandonados del todo, entrar por primera vez a esta casona fue una experiencia dificil de olvidar. Alguien se había ocupado de limpiar concienzudamente suelos y muebles y de regar las plantas que desbordaban las grandes macetas y trepaban por los patios en busca de luz. Cerrado desde hacía dos décadas, era una ventana a otra época, a otros hombres, un lugar inquietante detenido en el tiempo. Allí todavía habitaba el espíritu de esas personas que pusieron aquí sus sueños y que, al parecer, no consiguieron los propósitos que esperaban.