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[1500 - 1731] Las primeras redes y empresas multinacionales
Estas corporaciones diseñaron y pusieron en marcha: un marco institucional, unos estándares, una tecnología y una política de datos. La principal misión de estas proto-IDE, que recibieron distintas denominaciones, era la producción y utilización de los mapas para mantener una estrategia competitiva frente al resto de corporaciones. Al frente de estas IDE situaron a un incipiente gremio de cartógrafos profesionales, dedicados a la creación y mantenimiento de datos, metadatos y servicios que se usaban dentro de la corporación con férreas políticas de protección de datos.
[Fuente: Proto IDE:
Las infraestructuras de datos especiales IDE] |
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[1503] LA CASA DE CONTRATACIÓN DE SEVILLA
El Puerto de Indias
El 14 de enero de 1503 se estableció por decreto real la Casa de Contratación de Indias en Sevilla, creada para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo. Su denominación oficial era Casa y Audiencia de Indias, que Pedro Mártir de Anglería llamaba con más propiedad la Casa del Océano.
Su funcionamiento quedó regulado en las Ordenanzas expedidas en Alcalá de Henares en el momento de su creación, y entre sus finalidades se especificaban las de "recoger y tener en ella, todo el tiempo necesario, cuantas mercaderías, mantenimientos y otros aparejos fuesen menester para proveer todas las cosas necesarias para la contratación de las Indias; para enviar allá todo lo que conviniera; para recibir todas las mercaderías e otras cosas que de allí se vendiese dello todo lo que hubiese de vender o se enviase a vender e contratar a otras parte donde fuese necesario". Su reglamento fue modificado por las Ordenanzas expedidas en Monzón en 1510 y toda la legislación referente a este organismo se imprimió en 1522.
[...] Se especificaban las horas de trabajo; se habla de los libros de registro que hay que llevar; se regula la emigración; se trata de las relaciones con mercaderes y navegantes; se dispone lo relativo a los bienes de los muertos en Indias,etc. [...] Como controladora del tráfico marítimo, la Casa se encargaba del aprovisionamiento y del pertrecho de las flotas, y de la inspección de los barcos que se disponían a zarpar para América.
Sus funcionarios aparejaban las flotas, compraban mercancías, daban instrucciones a los navíos, fomentaban el trato con Indias, estaban atentos a las necesidades de Ultramar, y cuidaban del registro de todas las embarcaciones y se le incorpora el matiz científico al incluirse dentro de la Casa de la Contratación al Piloto Mayor [creado en 1508], encargado de examinar a los pilotos que desean hacer la carrera, y de trazar los mapas o cartas de navegación y el Padrón Real [mapa-modelo] del Nuevo Mundo, hasta 1519 en que se crea el puesto de Cartógrafo. Piloto Mayor en 1508 fue Américo Vespucio, sucediéndole más tarde Juan de Solís y Sebastián Cabot |
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La ruta triangular
Fue una ruta atlántica que funcionó durante los siglo XVI-XVII y principios del XVIII. Salía de los puertos europeos en flotas de barcos cargados de abalorios en dirección a las costas de África [golfo de Guinea] donde se intercambiaban esclavos y se trasladaban a América para ser vendidos a cambio de piedras y metales preciosos, maderas, tintes, café, cacao,etc.. El control de esta ruta fue español y portugues en el siglo XVI, holandes en el XVII e Inglés en el XVIII. Fue la ruta más rentable de todas.
[Fuente:Comercio con el Nuevo Mundo]
El Consulado de Sevilla
Paralelamente a la Casa de la Contratación, en 1543 se crea en Sevilla el Consulado de mercaderes, la Casa Lonja como la llamaban en los antiguos documentos sevillanos, la Bolsa como la denominan los viajeros de los siglos XVI-XVIII, o el Consulado como se le llamará en el siglo XIX. Era una asociación comercial que protegía el comercio de la ciudad contra los "no burgueses", que mermó algunas de las facultades a la Casa de la Contratación.
El Consulado asumió una parte considerable de la jurisdicción civil sobre sus miembros, que antes ejercía la Casa de Contratación. Hasta esa fecha, los juicios y pleitos entre mercaderes se celebraban en la Casa, pero los mercaderes, deseosos que se les reconocera su jurisdicción, solicitaron permiso para constituir una asociación similar a la de Burgos o Valencia. Sus principales ordenanzas son de 1556.
En el Consulado estaban representados todos los tratantes con Indias que no fueran extranjeros ni dependientes o subordinados suyos. Sus ingresos procedían de la avería o seguro marítimo, obligatoria para todo el que llevase más de un año negociando o el que cargase en una o dos veces mercancías por valor superior a 1.000 ducados [se fijó en una blanca al millar]. Este impuesto o contribución permitía sufragar la organización de una Armada que defendiera los buques del ataque corsario, en particular de los franceses.
Como la piratería seguía siendo una continua amenaza para el comercio con América, el Consulado consiguió una ordenanza real obligando a todos los vasallos que marchaban o que venían de las Indias a que se uniesen a la flota oficialmente organizada a este efecto. Es decir, impuso el sistema de flotas, que sustitutía al llamado de navío suelto. El uso de este recurso ya había sido experimentado por los navegantes mediterráneos de la antigüedad, y seguía siendo utilizado tanto ahí como en el Mar del Norte.
[...]
A medida que la estructura del comercio fue cambiando y Sevilla se dedicó a exportar productos manufacturados, no fabricados en Andalucía, sino traídos en su mayor parte desde el extranjero, los miembros del Consulado sevillano fueron ejerciendo más que nada un negocio de representación y comisión, en representación de todas las casas mercantiles de Europa. No obstante la costumbre y los intereses creados, continuaron protegiendo el monopolio de Sevilla, mucho después que el volumen del comercio hubiese rebasado las posibilidades, siempre limitadas, que ofrecía el puerto interior del Guadalquivir
Fuente:
Alfonso Pozo Ruiz- Miembro del Comisariado del V Centenario Universidad Sevilla y autor de la sección histórica de la web institucional
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Instituciones comerciales españolas
La importancia del Imperio español durante el siglo XVI llevó consigo un notable desarrollo del comercio tanto interior como exterior, a la vez que el gran volumen de transacciones originarÍa la creación y el desarrollo de instituciones que las canalizaran. Todo ello conllevó a que la burguesía comercial tuviera una expansión y lograra un progresivo poder.
La burguesía comercial sólo era importante en un número muy reducido de ciudades, y su dedicación se orientaba, sobre todo, al comercio internacional. Básicamente, la actividad comercial se puede agrupar en tres zonas: Las plazas levantinas en el Mediterráneo; el comercio con el mar del Norte, a través de los puertos del Cantábrico y el comercio con las Indias, situado en Andalucía.
El comercio y la importancia económica de Sevilla ya eran considerables antes del descubrimiento de América. Pero éste y la concesión del privilegio del monopolio a la Casa de Contratación, la colocaron en un lugar único, dentro del mundo económico del siglo XVI. Así, Sevilla se incorporó al círculo de ciudades que disponían de Consulado [1543]. Había un ambiente tan dispuesto al comercio que los nobles se ven incitados a su práctica y así consiguen que se dicten disposiciones en el sentido de que pueden practicarlo sin menoscabo de su dignidad y privilegios, con tal de que no trabajasen personalmente ni tuviesen la tienda en su propio domicilio.
El floreciente mercado y la opulencia mercantil quedó reflejado en obras internas, como la Casas de la Moneda, la Lonja de Mercaderes, la Aduana, todos ellas comenzadas y acabadas en los últimos decenios del siglo XVI. Además de los impuestos que se recaudaban en Sevilla la ciudad efectuó cuantiosas y repetidas donaciones a los monarcas.
La debilidad política de España y el poderío progresivo de varias naciones (Inglaterra, Holanda( que quieren entrar en contacto directo con las Indias, la independencia de Portugal, las guerras interiores de España y las que se sostienen en Europa, con participación española, debilitan el monopolio, debilitamiento que llega al máximo alrededor de finales del Siglo XVII.
Fuente:
Instituciones comerciales españolas |
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