Nueva perspectiva de la deriva continental
Los paleomagnetólogos ingleses fueron los que empezaron a ver los estudios magnéticos desde una nueva perspectiva. Con ayuda de un instrumento llamado magnetómetro astático de Blackett pudieron medir magnetismos remanentes débiles como el de las rocas sedimentarias y metamórficas, y vieron que la dirección de la magnetización no era la misma para todas las rocas, sino que existían dos direcciones principales en las rocas de Inglaterra. Al interpretar este cambio, ellos propusieron que Inglaterra misma se había movido.
La hipótesis de los ingleses del movimiento de la Gran Bretaña implicaba aceptar la deriva continental pero habían quienes opinaban que fueron los polos magnéticos los que se movieron y no los continentes.
Esta controversia llevó a la realización de muchas investigaciones en el campo del paleomagnetismo, se trazaron varias trayectorias de migración polar con base en datos de uno y otro país, las cuales no coincidían. De hecho, parecía casi imposible encontrar la forma de agrupar todos los datos de migración polar de forma coherente, hasta que se tuvo que aceptar que no solo los polos se han movido, sino que los continentes también se habían movido.
Los datos paleomagnéticos ayudaron mucho a entender como había sido el movimiento de los continentes, por ejemplo: se calculó la posición que tuvo Australia a lo largo de la historia de la Tierra y como se fue moviendo hasta la posición que tiene ahora; y en Japón las mediciones de magnetismo remanente condujeron a pensar que la isla se había doblado por la mitad en un ángulo de unos 40 grados en el terciario.
Finalmente fue aceptada, por la mayoría de los hombres de ciencia, la idea de que la deriva de los continentes y la migración polar eran conjuntamente la explicación de las diferentes direcciones de magnetización que se habían observado por todo el mundo.
Fuente: SSN Servicio Sismológico Nacional. Mexico |